¿Lluvia y fumigación? No combinan. Descubre por qué no es efectivo fumigar en días lluviosos y qué hacer para un control de plagas exitoso.
¿Se puede fumigar si va a llover?
Te voy a decir las cosas al chile: fumigar cuando hay altas probabilidades de lluvia es como querer secarte con una toalla bajo la regadera... ¡no tiene caso!
Mira, cuando llueve o hay mucha humedad, pasan varias cosas que afectan la efectividad del tratamiento:
- La lluvia se lleva el químico: Si estás aplicando producto en exteriores (patios, jardincitos, banquetas, etc.), la lluvia lo enjuaga como si estuviera lavando el carro. Así, los insectos siguen de fiesta y tú nada más gastaste lana en vano.
- La humedad lo diluye: Aunque no llueva en el momento, el ambiente húmedo puede afectar la forma en que el químico se adhiere a las superficies. El resultado: los bichos ni se despeinan.
- Las plagas se esconden: Muchos insectos, como las cucarachas o los alacranes, se meten en sus escondites cuando sienten que se viene la tormenta. Fumigas y... ¿a quién le das? ¡A nadie! Estás como DJ sin público.
¿Entonces qué hacer?
Es mejor aguantarse tantito y esperar un día seco y soleado, donde el producto se pueda aplicar bien y tenga chance de actuar. Así sí le das con todo a los bichos y el resultado es efectivo.
En resumen:
Fumigar con lluvia es tirar el dinero y el químico. Mejor espera que salga el solecito, y entonces sí, ¡fumigación nivel “ni una cucaracha queda viva”! 🌞💣🐜